Una madre amorosa
No había nada más importante para Diana que ser la madre de William y Harry. Diana no era una madre normal para los estándares conocidos dentro de la familia real y redefinió lo que significaba ser una madre real.

Ella era tan activa como cualquier madre, y decidió no dejar pasar a sus hijos por niñeras u otros parientes.
Diana se aseguró de que su horario fuera coherente con el de sus hijos, no al revés. Diana se aseguró de incluir a William y Harry tanto como pudo en su trabajo, además de dejarlos ella misma en la escuela.